Hay más de un centenar de pueblos no contactados en todo el mundo. Estos, también conocidos como pueblos en aislamiento voluntario, son pueblos indígenas que no tienen ningún contacto pacífico con la sociedad mayoritaria o dominante. Puede tratarse de pueblos enteros o de grupos pequeños de comunidades ya contactadas que permanecen aislados.

Eso no significa que no tengan contacto con nadie en absoluto. Todo el mundo tiene vecinos, incluso cuando están a cierta distancia, y saben quiénes son. Si es otro pueblo indígena, tal vez también no contactado, puede que tengan o no relaciones amistosas con ellos. En algunos casos, es probable que hayan, por ejemplo, estado en contacto con la sociedad colonizadora en el pasado y que después se retrajeran para escapar de la violencia. Algunos puede que fueran parte de pueblos indígenas más numerosos, pero que se separasen y se fueran de allí, huyendo del contacto.

Viven en las zonas más biodiversas del planeta, concentrados principalmente en la densa selva Amazónica en el Perú, Brasil, Colombia, Ecuador. La llamamos la “Frontera amazónica de los no contactados”. Sabemos que cuentan con un vasto conocimiento botánico y zoológico, y una comprensión única de lo que es una vida sostenible.

Aunque desde Survival estimamos que podría haber más, el gobierno nacional ha reconocido 18 pueblos indígenas no contactados en Perú. Entre ellos están los cacataibos, los isconahuas, los matsigenkas, los mashco-piros, los mastanahuas, los murunahuas (o chitonahuas), los nantis y los yoras.

Según la ONU, el 80% de la biodiversidad que queda en el planeta está en tierras indígenas. Es esa misma riqueza ecológica, que han protegido y siguen creando, la que los pone en peligro. Alrededor del planeta, poblaciones indígenas enteras, contactadas o no, están siendo exterminadas por la violencia ejercida por foráneos que invaden sus tierras y les arrebatan sus recursos, que contaminan sus fuentes de agua y alimentación, que les infectan con enfermedades como la gripe y el sarampión contra las cuales no tienen inmunidad. De todos pueblos indígenas los que se encuentran no contactados son lo más vulnerables y amenazados.

Hay que evitar el contacto forzado

Tras el primer contacto, es frecuente que más del 50% de un pueblo muera. A veces, todos mueren. Los pueblos indígenas no contactados prosperan cuando sus tierras son protegidas. Ellos mismos indican que no quieren establecer contacto: por ejemplo, apuntan con sus flechas hacia las avionetas que sobrevuelan sus tierras o dejan lanzas cruzadas en la selva, entre otras maneras. Muchas veces también son forzados a salir de sus territorios por la presión de invasiones en sus tierras.

El no contacto forzado ha sido establecido como política pública en muchos de los países donde viven estos pueblos, garantizado por las directrice, leyes internacionales y principios de derechos humanos de la ONU. Algunos académicos o misioneros reivindican la peligrosa idea que se entre en tierras de indígenas no contactados y se fuerce el contacto con ellos. Expertos nacionales e internacionales, así como organizaciones indígenas se han pronunciado en contra.

La urgencia de la reserva Napo Tigre

A finales del 2019, organización ORPIO, con la ayuda en la difusión de Survival dio a conocer las primeras imágenes de una comunidad en la Amazonía peruana, en el estado de Loreto.

Las fotografías muestran casas comunales o “malocas” pertenecientes a indígenas no contactados que viven en la densa selva amazónica en la región fronteriza con Ecuador.

Se cree que las malocas son el hogar de uno de los muchos pueblos indígenas no contactados que habitan la propuesta Reserva del Napo Tigre. Las imágenes fueron realizadas por trabajadores de campo de la organización indígena ORPIO durante un sobrevuelo especial en noviembre de 2019.

Son las primeras imágenes que demuestran la presencia de indígenas no contactados en esta zona, y confirman lo que los defensores indígenas llevan diciendo décadas. Jorge Pérez Rubio, Presidente de ORPIO declaró:

“Sabemos de los peligros que vienen sufriendo nuestros hermanos aislados que viven en Napo Tigre, que esperan por más de 14 años que el Ministerio de Cultura los proteja, pero esto no sucede. Las autoridades no siguen adelante con el proceso de reconocimiento y categorización (…) Tienen muchas evidencias (…) Estas fotografías que demuestran que existen. ”

Los pueblos indígenas no contactados del Napo Tigre están amenazados por empresas que quieren explotar su territorio para actividades petroleras y madereras. En 2008, la petrolera española REPSOL se retiró de un acuerdo después de que el Consejo de Ética del Ministerio de Finanzas de Noruega manifestara su preocupación acerca de los posibles impactos sobre los pueblos indígenas no contactados en el área.

El Gobierno peruano no ha protegido debidamente su territorio de las industrias extractivas, a pesar de que sus propios informes aceptan la presencia de indígenas no contactados en la región.

Las presiones sobre las vidas y el territorio de los pueblos indígenas no contactados han ido en aumento durante la última década con compañías como PeruPetro que vienen obstruyendo el proceso de protección de sus tierras de los foráneos.

Los pueblos indígenas no contactados, como aquellos que viven en las malocas fotografiadas no son reliquias primitivas de un pasado remoto. Viven aquí y ahora. Son nuestros contemporáneos y una parte esencial de la diversidad humana. Lo que buscamos es sencillo y elemental: déjenles vivir.

ORPIO y Survival International piden al Ministerio de Cultura y al Gobierno de Perú que adopten medidas urgentes para proteger a los pueblos indígenas aislados del Napo Tigre, cuyas vidas están amenazadas por los foráneos; que reconozcan inmediatamente sus tierras y los protejan del contacto forzado. A menos que sus tierras sean protegidas, se enfrentan a una catástrofe.

Escrito por Xilonem Clarke, investigadora de Survival International con apoyo de ORPIO.