ORPIO y FECONAFROPU denuncian a la ONG IBC por mal informar a los hermanos indígenas sobre las opciones de conservación de los territorios diciendo que el Área de Conservación Regional es la única alternativa. También denuncian que esta ONG genera conflictos y división en las organizaciones indígenas, para acelerar sus procesos en el desarrollo de sus proyectos.
A través de un pronunciamiento, la Federación de Comunidades Nativas Fronterizas del Putumayo (FECONAFROPU), afiliado a ORPIO, AIDESEP y COICA, denuncia las acciones que la ONG Instituto del Bien Común (IBC) viene realizando para crear el Área de Conservación Regional (ACR) Algodón Medio Putumayo.
La federación indica que, en su afán por cumplir con dicho proyecto, financiado por la Fundación MOORE y otros, el IBC ha provocado conflictos al interior de las comunidades indígenas. Incluso, ha logrado dividir en dos a la federación a fin de que una de sus partes dé el visto bueno para continuar con el ACR mencionado.
De esta manera, el 26 de julio se formó una nueva federación llamada Federación Indígena Kichwa Murui Medio Putumayo (FIKIMMEP), con el apoyo de algunos dirigentes. Con su ayuda, el IBC está promoviendo el ACR sin consultar previamente a las comunidades nativas, afirma Armando Baldeón Espinoza, actual presidente de la FECONAFROPU.
Asimismo, el presidente de ORPIO Jorge Pérez Rubio al enterarse de estos hechos también manifiesta a la opinión pública que para la realización de estas actividades la ONG IBC no ha coordinado con ORPIO, ni AIDESEP. Es decir, no han respetado la institucionalidad indígena.
“La ONG Instituto del Bien Común (IBC) parece ser que intenta cumplir con rapidez metas de proyectos, financiados por la Fundación MOORE y viene impulsando de manera nociva, para nuestra institucionalidad indígena, la creación del Área de Conservación Regional (ACR) Algodón Medio Putumayo. Según nuestros dirigentes, IBC generó conflictos y división de FECONAFROPU en 2 partes, para que la parte del Algodón otorgue la licencia social a favor del ACR mencionado. Además, viene diciéndole a los hermanos indígenas que es la única opción de conservación, a pesar que IBC conoce y sabe, que esta ACR se establecerá sobre territorio ancestral de los Pueblos Indígenas. Esta ONG no informa sobre las reservas comunales y está avanzando con el apoyo del Estado. No se han presentado ni con ORPIO, ni con AIDESEP” denuncia Jorge Pérez Rubio presidente de ORPIO.
De la misma manera, el dirigente de FECONAFROPU, Armando Baldeón Espinoza, señala que el IBC maneja de manera tendenciosa información sobre las opciones de conservación de territorios. Para Baldeón, el instituto hace provecho de la buena fe de los hermanos indígenas para impulsar de manera nociva su proyecto.
Asegura también que el IBC muestra como única opción la figura del ACR para la conservación de los territorios nativos. Sin embargo, omite que existen otras alternativas mucho más beneficiosas para los indígenas, como la reserva comunal, que permite la administración compartida entre el Estado y las comunidades.
“Lo que el IBC propone perjudica a los territorios, ya que no prioriza el desarrollo de las comunidades y no respeta el derecho que tienen de elegir y decidir sobre la conservación de sus tierras” señaló Armando Baldeón Espinoza dirigente de FECONAFROPU
Cabe recalcar que tanto ORPIO como FECONAFROPU y las diversas organizaciones indígenas bases en Loreto apoyan totalmente la conservación de los territorios indígenas, pero consideran imprescindible que haya participación permanente de los hermanos indígenas que habitan en la comunidad.
“La población no está en contra de la conservación. Yo mismo hablo con ellos para preguntarles sobre sus opiniones de este proceso. Ellos consideran un abuso que el IBC conduzca a los hermanos, a través de un callejón sombrío para que al final logre lo que el IBC busca y no lo que la población quiere y le conviene” añadió Jorge Pérez Rubio.
Finalmente, ORPIO y FECONAFROPU hace un llamado a AIDESEP, COICA y a las autoridades competentes para que tomen cartas en el asunto. Para poner fin al accionar del IBC, y evitar otra cuestionada experiencia, como lo que ocurrió con la creación del Parque Nacional Yaguas, impulsado también por ellos.