El día de hoy ha iniciado en la ciudad de Puerto Velho-Brasil, Septiembre 13 al 16 del año 2106, el foro «El futuro de las concesiones forestales y los modelos de asignación de alternativas para la gestión de los bosques públicos», organizado por la FAO.
Resumen de la nuestra presentación:
El Perú está considerado como uno de los países con mayor Patrimonio Forestal, pues el 82% de su superficie está cubierto por bosques con una extensión de 106 millones de hectáreas, ocupando el 9° lugar a nivel mundial y el 2° en Latinoamérica.
Las concesiones fueron otorgadas entre los años, 2002 y 2005, existiendo actualmente 613 contratos de concesión, con una de 7’622,224 hectáreas. Estas concesiones consideran 1,182 unidades de aprovechamiento forestal, distribuidas principalmente en los departamentos de Loreto, Ucayali, Madre de Dios, Huánuco, San Martín.
Cuando el Estado creó los bosques de producción permanente, estableció las unidades de aprovechamiento forestal y otorgó las concesiones forestales con fines maderables, nunca ha tenido en cuenta que esas zonas eran territorios ancestrales de los pueblos indígenas. El bosque ha sido mirado con la lente extractivista. El “boom” de las concesiones que se inició en el 2002 ahogó las esperanzas de muchas comunidades reconocidas y por reconocer, de tener la tan ansiada titulación de sus tierras, pues, la tierra de ocupación ancestral fue entregada al mejor postor.
También las comunidades tituladas no lograron la ampliación de sus territorios comunales, quedándose hasta la fecha con sus primeros territorios otorgados con una concepción de grandes parcelas de formas geométricas. Esta restricción de derechos también le tocó vivir a los pueblos indígenas en aislamiento voluntario específicamente a los que viven en las cuencas del Yavarí – Mirim y los del Tapiche – Blanco, sobre cuyos territorios se sobreponen 82 y 74 unidades de aprovechamiento respectivamente, la mayoría de ellos han sido concesionados y allí se vienen realizando actividades de aprovechamiento forestal, poniendo en peligro la vida y la seguridad de los pueblos aislados y con el consiguiente retraso en la creación de Reservas Indígenas para los mencionados pueblos.
Ante esta situación las comunidades y sus organizaciones han venido presionando y gestionando al Estado para el reconocimiento de sus derechos territoriales teniendo propuestas sobre su territorialidad, especialmente los que se relacionan con territorio por pueblos, territorios integrales, corredores territoriales.
Estos espacios están orientados a brindar información sobre la mirada y la experiencia de los pueblos indígenas sobre el bosque, el terrirorio ancestral, desafíos y amanezas.