Después de dos años de larga espera debido a la pandemia producida por la COVID-19, las lideresas de 31 federaciones indígenas de Loreto se reunieron para participar del II Encuentro de Mujeres Indígenas de ORPIO que se realizó los últimos 19 y 20 de noviembre en el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP). El motivo de este evento fue que las hermanas indígenas pudieran compartir sus experiencias, fortalecer sus liderazgos y reconocerse como individuos sociales y políticos dentro de sus espacios de participación.
Para la inauguración y clausura de este importante encuentro se contó con la presencia del presidente de ORPIO, Manuel Ramírez Santa; su secretaria de economía y coordinadora del evento, Zoila Merino Roque y Teresita Antazu López, lideresa a cargo del programa mujer en AIDESEP Nacional.
Durante las jornadas de trabajo, las hermanas indígenas estuvieron atentas a las ponencias del Ministerio de Cultura (Mincul) sobre «Mujeres indígenas u originarias desde el enfoque intercultural» a cargo de Juan Pablo Moncada, representante de la institución y del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) sobre la «Inclusión económica de comunidades indígenas con una mirada de género» a cargo Cesar Calmet Delgado, director general de políticas y estrategias. Este último pudo recoger las falencias de programas sociales como las PIAS o Foncodes en las comunidades indígenas y asumió la tarea de brindarles seguimiento.
Además, gracias a algunas organizaciones no gubernamentales como CEDIA y DAR, las lideresas indígenas fortalecieron sus capacidades a través de talleres de identificación de problemas según ámbitos y de desarrollo de planes de vida a nivel comunal.
Al final de este evento, se evidenciaron problemáticas de diversa índole como violencia doméstica, abuso de menores, desigualdad social, iniquidad de género, falta de inclusión desde el Estado en actividades productivas, difícil acceso al derecho de una identidad y el rezago en temas de salud y educación especialmente entre las mujeres. Por todo esto, se decidió plantear una agenda hacia el 2022 que definiera las tareas que deben realizarse para promover la participación de las mujeres indígenas en sus respectivos territorios y organizaciones.