A más de un año después del estudio hecho por la Dirección General de Salud Ambiental (2017) que encontró contaminación por petróleo en el Marañón, Tigre, Pastaza, Corrientes y Chambira de Loreto. No hay atención a las comunidades.

Se extingue la luz del sol en el firmamento y aún queda algo de camino. Es más de las seis de la tarde y a lo lejos se observan luces tenues y una especie de puerto que ha formado la propia naturaleza. Hemos llegado a San José de Saramuro (Base Petrolera – Lote 8), a unas siete horas desde Iquitos y como cinco desde la ciudad de Nauta, navegando por el río Marañón en la región Loreto.

Es domingo, 16 de septiembre del 2018 y la movilización indefinida de los pueblos indígenas afectados por la actividad petrolera lleva más de 10 días, pero en Saramuro se siente apenas.

Una delegación encabezada por los líderes Fernando Chuge (De la cuenca del Tigre) y Miguel Manihuari (de la cuenca del Marañón) junto con José Fachín (Asesor legal indígena), convocó rápidamente a una asamblea general con los comuneros de la zona.

La reunión, tuvo el objetivo de dar a conocer las razones exactas para tomar la medida de fuerza como pueblo y de qué manera se podían articular mejor entre las comunidades afectadas.

Transcurría la mañana y poco a poco fueron sumando un gran número (dos cientos aproximadamente) de personas con lanzas, rostros pintados y arengas como “¡Por culpa del estado, estoy contaminado! ¡Uno dos y tres la lucha otra vez!”.

Al gritar, las venas se marcan en el cuello de hombres y mujeres que ven en esta medida de lucha la única forma de salvar sus vidas y asegurar el futuro de sus hijos, que juegan alrededor. La actividad petrolera ha pasado por sus ojos desde hace más de cuarenta años y no existe ningún beneficio para ellos, según manifiestan. “He visto morir a mis seres queridos de enfermedades que nosotros no sabemos identificar, cuando vinieron los especialistas el año pasado han dicho que tenemos metales pesados en nuestra sangre. ¿Cómo ya pues vamos a vivir así?” expresa con dolor uno de los pobladores.

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La vida es el motor de esta lucha

Más de 90 mil personas de las cinco cuencas se cansaron de esperar para ser atendidos en salud y agua. Cientos de personas van llegando a los puntos de encuentro para acatar la medida de fuerza en exigencia para que el Estado tome en cuenta sus solicitudes de implementar el Plan Especial de Salud Intercultural para la atención urgente de la población afectada por la contaminación causada por el petróleo.

Es de conocimiento de la población que no es posible consumir el agua del río, por la cantidad de metales pasados que se encuentran en ella debido a los anteriores derrames de petróleo. Este, es el segundo punto que exige el pueblo indígena afectado, agua acta para el consumo humano. El Estado mediante el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento dijo que implementaría “Alternativas tecnológicas” en respuesta, sin embargo, sólo en la localidad de Saramuro, se observa un punto de agua potable, dónde los más de 800 moradores recogen agua para trasladarla a sus casas, además, cuentan con cisternas grandes para acopiar agua, que no se usan por lo general porque atrae a los zancudos. En conclusión, la supuesta intervención del ministerio es una obra a medias, según lo expresan los líderes indígenas.

La medida de lucha se irá radicalizando

Comunidades de las cuenca del Marañón, la boca del Ucayali, el Tigre, Corrientes y desde el 20 de septiembre la del Morona se vienen movilizando y sumando a los puntos de la medida de lucha.

Según expresan sus líderes “la medida se irá radicalizando poco a poco, ya se ha cerrado el pase en el río Ucayali y los militares de la marina de guerra han hecho disparos al aire, para intimidar a la población manifestante. Se espera que estos días se cierren las estaciones de bombeo de petróleo y la empresa ya tiene dispuesto helicópteros para el traslado de su personal” informó José Fachín, asesor legal indígena.

Finalmente, tras esta acción de lucha por parte de la población indígena de Loreto, representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) se pusieron en contacto con las cinco cuencas para solicitar una reunión de emergencia para el viernes 21 de septiembre en la ciudad de Nauta, exigiendo que suspendan su medida, a lo que respondieron que la movilización continuaría pero que todas y todos los manifestantes estarían presentantes en esta reunión para saber qué dirá el Gobierno frente a sus solicitudes de Agua y Salud.

Dato:

  • La primera medida de lucha fue tomada en septiembre del 2016. La Segunda en febrero del 2018 y hoy, septiembre 2018, como una tercera acción de movilización.
  • Tras la primera medida, se inició un proceso de diálogo con el Gobierno que duró más de dos años sin una respuesta contundente. Hoy en septiembre 2018 se re-inicia la medida desde la organización de una plataforma llamada Pueblos Afectados por la Actividad Petrolera

Por: Segundo Chuquipiondo Chota – Comunicador Social