Ha pasado poco más de dos años desde que se inició la protesta en Saramurillo (Urarinas – Loreto) exigiendo el derecho a la vida de los pueblos afectados por la actividad petrolera. Sin embargo, aún no hay una respuesta contundente por parte del Gobierno. Sólo reuniones.

 “… Acá se ha destruido la naturaleza con los derrames petroleros y hasta lo cultural lo desaparecen. Eso es algo irreparable, irreversible. Si nos vienen con más de lo mismo, nosotros en verdad les digo que ‘patearemos el tablero’. No se tomarán los ríos, sino los lotes petroleros. No vamos a permitir más acciones que golpean a nuestros pueblos con más petróleo derramado de manera irresponsable” expresó contundentemente, José Daniel Saboya Mayanchi, presidente de la federación de pueblos indígenas Achuar y Urarinas del río Corrientes, base federativa de ORPIO.

Las exigencias de las comunidades indígenas agrupadas en las cinco cuencas se detallan en un estudio independiente del estado en el que se encuentra el oleoducto norperuano, la urgente remediación del Lote 192, 8 y 64, además de la atención a las comunidades afectadas por los derrames ocurridos en los últimos años.

Asimismo, la creación de una Ley de monitoreo ambiental comunal, una compensación a los pueblos afectados por más de 45 años de contaminación petrolera, la creación de una comisión de la verdad que analice caso por caso a los afectados por la actividad petrolera y la no criminalización de la protesta.

Se ha programado una nueva sesión para este 11 de mayo en Loreto que contará con la presencia del presidente de la República, Martín Vizcarra y Cesar Villanueva, presidente del Consejo de Ministros (PCM)

Para dicha reunión, se ha determinado que la agenda se centre en el cumplimiento de los acuerdos tomados en el acta de Saramurillo.

Cabe mencionar que los representantes de las cinco cuencas viajaron a Lima donde alertaron a la PCM que las comunidades están indignadas y en cualquier momento podrían estallar, tras una violación de derechos sistémica que lleva más de 45 años.

La Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO) respalda esta lucha y se une al justo reclamo en nombre de las 26 federaciones que representa