El 3 de diciembre, en la comunidad nativa Centro Arenal, se llevó a cabo el taller participativo de la etapa de elaboración del Estudio de Impacto Ambiental detallado (EIA-d) del proyecto “Construcción de la Carretera Bellavista – Mazán – Salvador – El Estrecho. Tramo Santo Tomás – Mazán”, convocado por SENACE.

Durante la presentación participaron representantes de SENACE, Provías–MTC y la consultora Atalaya.

  • Desde ORPIO acompañamos a la comunidad para garantizar que el proceso participativo se desarrolle con transparencia, acceso a información y respeto a los derechos colectivos.

Preocupaciones de la comunidad: la información sigue siendo insuficiente

A lo largo del taller, los participantes señalaron que la información proporcionada es muy general y que esto limita su capacidad para evaluar los impactos reales en su territorio.

Roger Gatica, comunero de Centro Arenal, señaló:

“Siempre reclamamos que nos entreguen los materiales para estudiarlos, pero hasta ahora no se ve eso. La carretera va a dividir en dos nuestro territorio; ya hay invasores y traficantes de tierras dentro de Centro Arenal. Necesitamos seguridad territorial”

Por su parte, Zoila Ochoa exigió que la información presentada responda al territorio específico de la comunidad:

“La información es muy general. Queremos que nos informen específicamente sobre los 4.5 km que pertenecen a nuestra comunidad. Queremos saber qué quebradas cruzará, qué animales han encontrado, cuántos propietarios hay en cada punto del tramo. Además, el Estado dice que esta carretera traerá desarrollo y servirá para sacar nuestros productos. Pero ¿qué productos han identificado realmente en esta zona? ¿O qué productos traerán del Putumayo, si aquí mismo, en Iquitos, la papaya, el plátano y la piña se están pudriendo sin mercado? La información debe ser clara y específica para nuestra comunidad.”

El jefe comunal, Arthur Cruz, también expresó inquietudes sobre la presentación:

“Ustedes han presentado un informe general y hablaron de los impactos positivos, pero ¿cuáles son los impactos negativos que han identificado? Eso también debe decirse. Necesitamos un informe detallado, porque no somos técnicos y la información debe ser clara para que podamos entenderla. También quiero preguntar cuándo van a incluir en este proceso nuestro Protocolo de Consulta Previa, que ya fue presentado por la comunidad. En esta etapa del EIA-d, la comunidad debería participar activamente en el recojo de información, con nuestros propios monitores, porque somos nosotros los que conocemos el territorio.”

Además, solicitaron que se entreguen las coordenadas UTM de todos los puntos donde se identificaron hallazgos de la línea base del EIA-d.

ORPIO: el estudio propio también cuenta

El vicepresidente de ORPIO, José Murayari, explicó la importancia de complementar los estudios oficiales con información generada por la organización:

“No solo podemos recibir estudios de la empresa. Desde la organización también hemos realizado estudios para contrastar y velar por los derechos de las comunidades. Hemos identificado impactos existentes y posibles afectaciones a lo largo del tramo”.

Participación ciudadana: la comunidad exige acceso real a la información

Durante la exposición, el representante del titular del proyecto señaló que, según el Plan de Participación Ciudadana, los mecanismos obligatorios son: talleres participativos, entrega del estudio y audiencias públicas. Sin embargo, la comunidad insistió en que para participar de manera efectiva es indispensable recibir con anticipación la información preliminar de la línea base, tal como la fauna, flora, quebradas, viviendas, áreas culturales y puntos críticos identificados dentro de su territorio. Las y los comuneros remarcaron que la presentación en diapositivas no permite una revisión adecuada, y recordaron que solo cuentan entre 15 y 30 días para formular aportes al proceso, por lo que requieren documentos completos, mapas y fichas técnicas antes de cada taller.

Sobre el acta del taller

Durante la lectura del acta, se informó que se recibieron 18 aportes ciudadanos, tanto escritos como orales, y “ninguna observación”. Sin embargo, varias de las intervenciones consignadas fueron observaciones directas al proceso, por lo que deben ser reconocidas como tales.