«Lamentamos que después de 120 días de lucha pacífica pero inflexible de los pueblos indígenas
del río Curaray, el Estado no haya aprendido nada. El gesto de buena fe y entendimiento concediendo una tregua no le ha servido al gobierno para nada más que ganar tiempo y perder credibilidad, como lo hicieron los anteriores», indica el comunicado.